BRUJERÍA E INQUISICIÓN
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En noviembre se conmemoran los Fieles Difuntos que es un día festivo religioso dentro de las Iglesias católicas, en memoria de los fallecidos. El objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, en el caso católico, por quienes se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
Con tal motivo nos vamos a ir a Galicia, una de las comunidades españolas que mejor nos transportan al mundo misterioso y oculto porque “Habelas, hailas”. Por supuesto me refiero a esas meigas originadas en la mitología gallega y vamos a intentar diferenciarlas de las bruxas.
Según indica David Das Tebras, escritor especializado en mitologías, lo más difícil de aclarar es la terrible confusión existente sobre la identidad y la moralidad de las bruxas y las meigas gallegas. Hay autores, como el renombrado antropólogo Carmelo Lisón Tolosana, que creen que las meigas son malvadas adoradoras del demonio y que las bruxas son su contrapartida y que son buena gente. Tebras, por su parte, cree que las meigas son figuras antiquísimas y, por lo tanto, ambivalentes y con una imagen cambiante por zonas.

Por esta razón existen tantos tipos de meigas y cada una con diferentes poderes. Destacan las Meigas chuchonas (o chupadoras) que son las más peligrosas, y se presentan con distintas caras o transformadas en animales. Chupan la sangre a los niños y les roban los untos (grasa corporal) para ser empleados en la elaboración de ungüentos y pociones. Las Menciñeiras, herederas de los druidas, son sabias mujeres con amplios conocimientos de la naturaleza que viven en los bosques. Las Asumcordas o brujas callejeras que espían a la gente y vigilan quien entra y sale de las casas. La Marimanta que es la meiga del saco, roba niños y los hace desaparecer. La Cartuxeira que echa las cartas, y un largo etc., como la Feiticeira (hechicera); la Lavandeira: la Lobismuller (mujer loba); la Vedoira: la Voladoira; la Agoreira o la Dama de castro.
Mientras que las bruxas serían, según recoge el Diccionario de los seres míticos gallegos: “Creemos que, originalmente, las meigas podían efectuar sus exorcismos en un sentido ambivalente, bueno o malo. Incluirían, por lo tanto, a las actuales bruxas, y a las sabias, vedoiras, curandeiras, etc…”.
Y una vez hecha esta puntualización, vamos a dar unas pinceladas de la relación entre las brujas y la Inquisición española.
El Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos bajo el control directo de la Corona, que se abolió definitivamente en el 15 de julio de 1834. Como tribunal eclesiástico estaba encargado de mantener la ortodoxia católica en el reino. En su escudo se aprecia a ambos lados de la cruz, la espada que simboliza el trato a los herejes y la rama de olivo, que representa la reconciliación con los arrepentidos.

El Santo Oficio fue un aparato represivo que causó un brutal retraso en España, pero su historia está salpicada de mitos en una Europa donde la persecución religiosa fue todavía más cruel. En España se calculan 300 casos de brujería pero la Inquisición sólo condenó a la hoguera a 59 mujeres en los 125.000 procesos que llevó a cabo el Santo Oficio entre los siglos XVI y XIX, frente a las 25.000 mujeres ejecutadas por brujas en Alemania. En Europa, en ese mismo periodo de tiempo, los tribunales civiles condenaron a 100.000 brujas, de las que 50.000 acabaron en la hoguera. El número de ejecutados fue muy superior en los países protestantes que en los católicos.
Hay que llamar la atención sobre la injusticia que la leyenda negra ha creado, una vez más, sobre el mito de la Inquisición española que aparece representada en películas y novelas como sádicos fanáticos. Sin embargo menos del 4% acabaron en la hoguera, cifra fue muy inferior a la que produjeron las guerras de religión, que desangraron Francia, Alemania o Inglaterra durante los siglos XVI y XVII.
Giovanna G. de Calderón
MUJERES Y PATRIMONIO
1 de noviembre de 2023
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