Ciudad vieja de Ávila
e iglesias extramuros
“La Ciudad Vieja de Ávila es la cuna de Santa Teresa de Jesús y sepultura de Torquemada, el Gran Inquisidor. Esta “ciudad de santos y piedras” fue fundada en el siglo XI para proteger los territorios castellanos contra los musulmanes. Ávila ha preservado la austeridad y pureza de líneas de su arquitectura medieval, de la que son muestras notables la catedral gótica y las murallas que, con sus 82 torres semicirculares y nueve puertas monumentales, son las más completas de España”.
Inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial en 1985.
MUJERES
y la Ciudad vieja de Ávila e iglesias extramuros
Las rutas de mujeres por Ávila son, no solo interesantes recorridos por los puntos clave de la localidad, sino también un homenaje a esas personas que dieron su vida por demostrar que otra sociedad era posible, y cuya importancia es indudable hoy.
MUJERES
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Ruta por el casco antiguo
Itinerario
Comienza en la puerta del Alcázar, una de las nueve que daban acceso a la ciudad amurallada. Desde la plaza de Adolfo Suárez puedes subir a la muralla y recorrer unos 300 metros a una altura considerable desde la que podrás apreciar unas vistas increíbles de la ciudad.
Además, la muralla es uno de los puntos clave para subrayar la importancia de las mujeres abulenses, y tiene una curiosa historia. En tiempos de la dominación musulmana, los hombres de la ciudad partieron hacia Menga para una batalla. Los musulmanes pensaron que el momento era propicio para atacar la ciudad, pero se encontraron con Jimena Blázquez, que vistió de guerreros a mujeres y niños y los repartió por la muralla portando antorchas e incluso tocando trompetas de guerra. Al llegar los árabes se dieron cuenta de que era imposible invadir la ciudad y Blázquez consiguió así, que las mujeres formasen parte de las reuniones que se celebraban en el ayuntamiento para hablar del futuro de la ciudad.
Pasea por la calle Cruz Vieja y llega hasta la catedral. Data del siglo XII y es la primera catedral gótica que se construyó en España, aunque no se terminó hasta el siglo XVI. Sus similitudes con otros templos franceses se deben a la nacionalidad de algunos de los arquitectos que colaboraron en su construcción. En su interior se encuentra enterrada Amparo Illana, mujer del expresidente Adolfo Suárez cuya tumba se encuentra justo al lado.
Al salir de la catedral puedes visitar, en la misma plaza, el Palacio de los Velada. Aunque actualmente es un hotel, puedes ver el patio interior sin problemas.
Se construyó por primera vez en el siglo XV, aunque la que verás es una remodelación que se hizo en el siglo XIX. El ayuntamiento y la iglesia de San Juan Bautista dan a la plaza por lo que es conveniente que disfrutes de esta arquitectura, siempre sorprendente.
Partiendo de la plaza, puedes ver distintos palacios como el de los Superunda, los Dávila o el de Núñez Vela. El torreón de los Guzmanes se encuentra bastante cerca del punto final de esta ruta que es el convento de Santa Teresa. Aunque ha sufrido diversas remodelaciones, se construyó en el siglo XVII sobre la casa natal de Teresa de Jesús, una de las mujeres referentes de Ávila.
Curiosamente, su cabecera se sitúa dónde estaba la habitación de Santa Teresa. Al ser carmelita, se intentó respetar la arquitectura típica de la orden, una nave central con capillas laterales. Si visitas Ávila, no dudes en dedicarle unos minutos a repasar todos sus detalles.
Ruta por las iglesias de extramuros
Itinerario
Dirige tus pasos hacia la puerta de San Vicente para llegar a la basílica homónima. Es un templo románico situado en el lugar donde fueron martirizados San Vicente, Santa Sabina y Santa Cristeta de Talavera. Cuando Publio Daciano llegó a Talavera en su labor de persecución a los cristianos. Vicente le confirmó que era cristiano. Le dio la opción de salvar su vida si acudía al templo de Júpiter para hacer un sacrificio en honor de una deidad romana. Al negarse, fue apresado y encarcelado, pero Sabina y Cristeta le ayudaron a escapar, huyendo los tres. Resultaron capturados y asesinados en la capilla que lleva su nombre.
A continuación, acércate a la iglesia de San Pedro Apóstol, en plena plaza del Mercado Grande y frente a la puerta del Alcázar. Se comenzó a construir en el 1100, pero se ha reformado en diversas ocasiones. Tiene tres naves, tres ábsides y tres puertas románicas que contrastan con la nave central que tiene pinceladas góticas. A destacar su rosetón y su parecido con la basílica anterior.
La ermita de San Segundo es románica y fue reconstruida en el siglo XVI. Durante una obra se encontró una caja con una inscripción que hizo pensar que los huesos que se almacenaban en su interior eran los del santo que ahora le da nombre.
Por el paseo de Santo Tomás llegarás al Real Monasterio homónimo. Fue Palacio Real por orden de Isabel la Católica, que incluso eligió el lugar como el más adecuado para el descanso eterno de su primer hijo, el príncipe Juan. El sepulcro de Fancelli, en mármol de Carrara, es uno de los grandes atractivos del templo. Tres patios, un claustro con dos plantas y un retablo gótico de 21 metros de altura son, sin duda, elementos que te permitirán conocer mejor los detalles de uno de los edificios religiosos menos conocido, pero con más encanto.
Además, al haber sido el alojamiento de verano de los Reyes Católicos, es un espacio perfecto para poder recordar mejor cómo fue una época histórica en la que Isabel I de Castilla convirtió al país en una de las naciones más potentes del mundo. El escudo de los monarcas luce en la fachada principal de este monasterio, al que deberías dedicarle un tiempo, si quieres apreciar mejor todo lo que encierran sus muros.
A pocos metros se encuentra el convento de San José, cuya construcción en 1562, fue recomendada por Santa Teresa de Jesús al obispo Álvaro de Mendoza. La iglesia tardó 45 años en tomar forma. Cuenta con una sola nave, y además sirve de pórtico al Museo Teresiano de las Carmelitas Descalzas.
Por la calle Duque de Alba y el paseo del Dos de Mayo llegas a la iglesia de San Andrés. Es románica del siglo XII y fue restaurada en varias ocasiones durante el siglo XX. Un lugar que invita a la calma y a admirar su arquitectura.
Muy cerca se encuentra la iglesia de San Nicolás, de gran sencillez, también del siglo XII. La fachada fue lo último que se construyó, un siglo después e incluye tres puertas de acceso y tres naves.
La cercana ermita de San Martín se reconstruyó en 1705. Aunque no se puede visitar, puedes apreciar desde el exterior la combinación de estilos románico y mudéjar en su torre.
El paseo del Rastro te llevará a la iglesia de Santiago que se construyó en el siglo XIII y contiene partes que confirman la transición al gótico, ya que se finalizó en el XVI. Su torre octogonal está hecha de tres materiales distintos: piedra granítica, piedra arenisca y terraza. En su interior hay un retablo que representa imágenes relacionadas con el camino de Santiago. De hecho, es uno de los puntos clave de la ruta que parte de Madrid hacia la ciudad gallega.
Nuestra ruta termina en la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza que data del siglo XII, aunque fue remodelada en el XVI. Sustituyó a la antigua capilla del primer cementerio medieval de la ciudad y está dedicada a Santa María de la Cabeza, mujer de San Isidro. Ambos se separaron de mutuo acuerdo para dedicarse a la vida contemplativa y al cuidado de varias ermitas.
Las habladurías afirmaban que ella era adúltera. Isidro quiso comprobarlo, pero al verla cruzar un río sobre un manto confirmó que era pura. Fue enterrada en Torrelaguna, pero Felipe IV decidió que llevasen sus restos a Madrid. Se denomina «de la cabeza» por ser el cráneo de esta mujer santa su principal reliquia.
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¿SABÍAS QUE…?
…exclamó Santa Teresa cuando se paró en el humilladero de los Cuatro Postes?
Cuando la iglesia invitó a la santa a marcharse de Ávila por su manera de entender la religiosidad, paró allí mismo cuando abandonaba la ciudad y mientras se quitaba las sandalias, gritó “de Ávila, ni el polvo”, aunque más tarde se reconcilió con su patria chica.
Oh oh! A esta ruta le falta algo…
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