CORPUS CHRISTI EN TOLEDO
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Las calles de Toledo se visten de gala para celebrar el Corpus Christi el 16 de junio, una de las fiestas más antiguas e importantes de esta bella ciudad patrimonio. Tradición, cultura y religión se mezclan en perfecta armonía.
Los orígenes de esta fiesta se remontan a 1208 cuando Santa Juliana de Lieja, también conocida como Juliana de Cornillon, promovió la idea de una festividad en honor del Cuerpo y la Sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Esta monja agustina dedicó su vida a promover esta devoción que se instituyó oficialmente el 8 de septiembre de 1264 por el papa Urbano IV, siendo refrendado por el Concilio de Trento, en 1551.
El primer testimonio escrito de la fiesta del Corpus en Toledo procede en 1636 aunque, posiblemente, se remonte más atrás en la historia. Inicialmente, desfilaban junto a la impresionante Custodia de Enrique de Arfe, reliquias que fueron despareciendo para no distraer la atención.
La presencia de las mujeres avanzó lentamente, pero con pie firme. Señalar que en 1981, el Cardenal Primado de España vetó la presencia del Ministro de Justicia por haber impulsado la Ley del Divorcio. Entre los cambios más significativos destaca cuando el Cardenal Don Marcelo González Martín, en el último tercio del siglo XX, permitió a las mujeres procesionar aunque con ciertas restricciones.

En 1917 dos mujeres desfilaron en el Corpus por primera vez en la historia, encarnando a los “maceros” de la Diputación de Toledo que desfilan precediendo a la Corporación Provincial. Procesionan ataviadas con ropajes del XIX con la dalmática de terciopelo verde bordada, calzas, zapatillas de curvada puntera. Sin olvidar la maza característica al hombro, símbolo de la capacidad de la administración para ejercer autoridad.
Desde primeras horas, los toledanos deambulan por las calles para admirar la colgadura de tapices y reposteros. Ver como se esparcen esas hierbas recogidas del campo, como el tomillo, romero, cantueso o espliego, que embriagan la ciudad y sirven de alfombra a la Custodia.

El cortejo está formado por la Tarasca, los Gigantes y los Cabezudos que danzan al ritmo de las bandas de música. Es una alegoría del mundo y el pecado que desfila por el mismo recorrido de la Eucaristía.
La primera colección de gigantones la mandó construir el Cardenal Lorenzana en el siglo XVIII. Son cuatro parejas de gigantones que representan los cuatro continentes conocidos hasta la fecha: Europa, Asia, América y África. Una segunda colección creada en 1980 representan: al Alcalde y Alcadesa de la ciudad, los Reyes Católicos, los reyes musulmanes y una pareja de judíos.
La Tarasca es la pieza fundamental de este cortejo: tiene forma de dragón alado y sobre su lomo cabalga una figura llamada “tarasquilla” que se identifica con Ana Bolena, mujer de Enrique VIII de Inglaterra, y causante del cisma anglicano.
El impresionante cortejo está formado por las hermandades, gremios y cofradías, seguido de una segunda parte que agrupa a los representantes del cabildo, instituciones y demás altas jefaturas militares.
Año tras año, las calles de Toledo se visten de gala para celebrar el Corpus Christi, una solemne procesión que transcurre en medio de una intensa atmósfera de música, cantos, aromas y recogimiento. ¡No te puedes perder esta fiesta de contrastes y emociones!
Giovanna G. de Calderón
Junio 2022
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