DÍA DE EXTREMADURA EN MÉRIDA
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El Día de Extremadura se celebra el 8 de septiembre, siendo la festividad oficial de esta Comunidad Autónoma desde 1985. Coincide con la fiesta religiosa de la Virgen de Guadalupe, uno de sus símbolos de identidad, patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad al convertirse en un poderoso símbolo de la cristianización de gran parte del Nuevo Mundo. Su parlamento autonómico cuenta con 65 diputados, de los que el 44,6% son mujeres (mayo, 2019).
Esta comunidad cuenta con un rico patrimonio artístico, entre los que destacan los tres lugares declarados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad: la Ciudad Vieja de Cáceres, el Conjunto arqueológico de Mérida y el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe.
En esta ocasión nos acercaremos a Mérida, declarada Patrimonio de la UNESCO en 1993, por ser una de las ciudades mejor conservadas de lo que fue la capital de una provincia romana en la época imperial. La antigua Augusta Emérita tiene un gran legado romano que no puedes dejar de visitar, sin olvidar el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Su Museo Nacional de Arte Romano alberga esculturas muy valiosas y una interesante exposición que muestra el papel de la mujer en la sociedad romana titulada Mujeres en Augusta Emérita, donde llama la atención un curioso estuche de maquillaje dentro de una vieira que ha permanecido cerrada durante más de 2.000 años.
Es la ocasión de conocer a Santa Eulalia de Mérida y descubrir la trágica y casi desconocida vida de esta Santa y mártir cristiana emeritense, que nació en el seno de una familia patricia hacia los primeros meses del año 292 d.C.
En esa época, el emperador Diocleciano obligó por ley a venerar a los dioses paganos en todo su imperio. Santa Eulalia no solo se negó, sino que fue a ver al gobernador Daciano para expresarle su malestar y protesta por la persecución a la que habían sido sometidos los cristianos. Sus progenitores la llevaron a una villa rural para preservarla pero se escapó en la noche para debatir con los lictores y defender la castidad, su desprecio de la vida matrimonial, su desapego de los juegos pueriles y su ansia de dar la vida por Cristo.
Esto encolerizó al prefecto que ordenó apresarla y someterla a dos tormentos: los garfios y la hoguera, como pena capital. En posteriores actas apócrifas, desgraciadamente perdidas, aumentan los tormentos hasta trece que eran tantos como años tenía la muchacha. Así fue como la joven padeció dolorosas y horripilantes torturas que fueron desde azotarla a desgarrarle la piel con ganchos, quemarle los pechos, colocarla de pie sobre brasas, hacerla rodar en un tonel lleno de cristales y objetos punzantes o crucificarla hasta hacerla morir. Lo más probable es que se entremezclen leyenda y devoción popular.

Según el relato del poeta Prudencio en el Peristephanon, al morir, su alma salió de su cuerpo y voló hasta el cielo. Como nadie quiso amortajarla, Dios mandó una gran nevada que cubrió su cuerpo hasta que recibió sepultura.
La noticia de la vida y martirio de la santa emeritense se expandió rápidamente por el Imperio Romano, convirtiendo a Mérida en una de las ciudades más importantes de peregrinación de Europa occidental durante la Alta Edad Media. Ya en época visigoda, es cuando tiene oficio litúrgico propio, donde se ensalza el doble martirio, rojo y blanco, como mártir y virgen.
En la Edad Media aparecen desdoblamientos, por un lado se habla de la Eulalia romana y, por otro, de Eulalia de Barcelona, cuya controversia aún no está del todo resuelta. Muchos barceloneses se vieron sorprendidos al enterarse de la nueva fiesta local, el 12 de febrero, en honor de ésta como Patrona de la ciudad de Barcelona, cuando hasta la fecha estaban convencidos de que lo era la Mare de Deu de la Mercè cuya festividad, el 24 de septiembre, coincide con la fiesta mayor de la Ciudad Condal. Pero en realidad, ‘la Mercè’ es copatrona solo desde 1868. Por cierto, esta santa cuyo diminutivo es Laia, da nombre a la importante Vía Layetana.
Actualmente, Santa Eulalia ostenta el título de alcaldesa perpetua de Mérida y patrona de dicha ciudad. Asimismo, ejerce su patronazgo sobre la Archidiócesis de Oviedo, en cuya catedral reposan sus restos, y sobre numerosas localidades de España.
Santa Eulalia, u Olalla en la forma gallega, es un nombre de origen griego cuyo significado es la bien hablada o la elocuente, por lo que además es patrona de la libertad de pensamiento, expresión, oratoria y elocuencia. Incluso, hasta la proclamación de Santiago Apóstol, fue invocada como protectora de las tropas cristianas en la Reconquista y patrona de las Españas.
Giovanna Gutiérrez de Calderón
Septiembre 2022
Disculpa Laia no es diminutivo de Eulalia es nombre propio, y Via layetana no tiene que ver con el nombre de Laia sino con los Laitanos pobladores de Barcelona.
un saludo
Tienes razón. Disculpa el error. Gracias.