EXPOSICIÓN Las primeras profesoras de la UCM
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La exposición ‘Las primeras profesoras de la UCM’ está organizada por la Unidad de Igualdad en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y comisariada por Violeta Izquierdo. Es itinerante por todas las facultades que componen el campus y, del 27 de abril hasta el 1 de junio, estará en el hall de entrada de las Facultades de Biología y de Geología. El objetivo es dar visibilidad a las docentes e investigadoras pioneras de la Universidad Complutense de Madrid.
Pero antes de ser profesoras, tuvieron que sufrir muchísimo hasta lograr licenciarse, doctorarse y poder ejercer. Incluso hubo sectores que se mostraron reacios a aceptar a una mujer como profesora, como en el caso de Emilia Pardo Bazán, primera catedrática de Literaturas Neolatinas en la Universidad Central de Madrid, nombrada por sus méritos literarios por deseo expreso del rey Alfonso XIII, a la que los alumnos le hicieron el vacío en sus clases ¡no acudiendo nunca!

Son muchas las protagonistas de esta exposición, pero destaca la Facultad de Filosofía y Letras donde impartieron clase los mejores intelectuales de la Edad de Plata, entre otros, María Zambrano o María de Maeztu.
Recordemos que María de Maeztu y Whitney (Vitoria, 1881-Mar de Plata, 1948) fue pedagoga y humanista española. A la muerte de su padre, la familia se quedó en una situación precaria y se trasladó a Bilbao donde su madre montó la Academia de Idiomas Maeztu. Se licenció en Filosofía y Letras donde conoció al que sería su mentor, Ortega y Gasset, que le introdujo en los círculos intelectuales de la capital. Impulsó y dirigió con gran éxito la Residencia de Señoritas entre 1915 y 1936 y formó parte de la junta directiva del Instituto-Escuela. En 1921, junto a Clara Campoamor, fundó la Federación de Mujeres Universitarias, de la que Maeztu fue la vicepresidenta y Campoamor la secretaria. En 1926, cofundó y presidió el Lyceum Club Femenino a semejanza de los ya existentes en Europa, cuyo objetivo era fomentar el espíritu colectivo de las mujeres y ser también un lugar abierto a las casadas que no querían tener como único horizonte las cuatro paredes del hogar. Durante la dictadura de Primo de Rivera respaldada por su hermano, aceptó ser miembro de la Asamblea Nacional en la sección dedicada a la educación. En el primer año de la Guerra Civil fusilaron a su hermano, Ramiro de Maeztu, lo que le supuso un durísimo golpe. Dimitió de sus cargos, salió de España y fijó su residencia en Buenos Aires donde impartió clases en la Universidad como catedrática de Historia y Educación hasta su fallecimiento. Murió exiliada en Argentina a los sesenta y seis años.
Por su parte, María Zambrano Alarcón (Vélez-Málaga, 1904-Madrid, 1991) fue una intelectual, filósofa y ensayista española. Alumna de José Ortega y Gasset y Xavier Zubiri, a partir de 1931, ejerció como profesora en la Universidad Central de Madrid. Colaboró en publicaciones como la Revista de Occidente, Cruz y Raya y Hora de España. Tuvo amistad con Maruja Mallo y ambas pertenecieron al Movimiento de Las Sinsombrero. Se relacionó con la Generación del 27, principalmente con Luis Cernuda o Miguel Hernández, entre otros. Coqueteó con la política pero salió decepcionada. Se casó en 1936 con el diplomático e historiador Alfonso Rodríguez Aldave con quien viajó a Chile cuando fue nombrado Secretario en la Embajada de España. Al estallar la guerra, fue empujada al exilio en Francia primero, y más adelante recaló en ciudades como Nueva York, La Habana o México, donde impartió clases y conoció a Octavio Paz y a León Felipe. Entre sus obras de poesía, ensayo y filosofía destacan: El hombre y lo divino, Los sueños y el tiempo, Persona y democracia, Pensamiento y poesía en la vida española y Filosofía y poesía. Recibió el Premio Príncipe de Asturias (1981) y el Premio Cervantes (1988).

Antes de finalizar, refrescaremos el origen de la Universidad Complutense de Madrid que se debe al rey Sancho IV de Castilla quien crea el Estudio de Escuelas Generales de Alcalá, en 1293. Posteriormente, Francisco Jiménez de Cisneros, cardenal-arzobispo de Toledo y regente de Castilla, estableció la Complutensis Universitas en 1499 mediante bula pontificia, concedida por el papa Alejandro VII. En 1836, bajo el reinado de Isabel II, la Universidad fue trasladada a Madrid, donde toma el nombre de Universidad Central. Ya en 1927 se planificó la construcción de un área universitaria en la zona de Moncloa, en terrenos cedidos por el rey Alfonso XIII para tal fin. En 1970 la Universidad Central pasa a denominarse Complutense, recuperando la denominación de su lugar de origen.
El prestigio de sus estudios, así como de sus maestros, la convirtió en el modelo sobre el que se constituyeron las nuevas universidades de la América hispana, manteniendo su esplendor desde el siglo XVII.
Giovanna G. de Calderón
MUJERES Y PATRIMONIO
15 de mayo de 2023
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