ISABEL DE VALOIS EN LA CORTE ESPAÑOLA
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Una de las consecuencias más importantes de la llegada de Isabel de Valois a la corte de Felipe II fue, indudablemente, el traslado de la capital a Madrid y la modernización de su corte.
Pero, ¿quién era Isabel de Valois? Nacida en Fontainebleau, en 1546, era la hija del rey de Francia Enrique II y de Catalina de Médici. Fue la tercera esposa de Felipe II, como consecuencia del Tratado de Cateau-Cambrésis, el más importante del siglo XVI por la vigencia de sus acuerdos. Al renunciar ambas partes a algo, este tratado consiguió eliminar las discordias entre Francia y España. Si bien inicialmente Isabel iba a casarse con su hijo, Carlos de Austria, finalmente sería Felipe II quien desposaría a la joven princesa.
La boda tuvo lugar por poderes en París el 22 de junio de 1559, siendo representado el rey por Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, el Gran Duque de Alba. Siguiendo la tradición, los novios debían consumar el matrimonio ante numerosos testigos incluidos los reyes de Francia. Según las crónicas el duque realizó un acto simbólico para semejar la consumación del matrimonio, sin existir un contacto físico real. El acto culminó con una reverencia del duque a Isabel. La misa de velaciones de celebraría el 2 de febrero en el Palacio del Infantado, en Guadalajara, y fue cuando se vieron los esposos por primera vez.

Isabel adoraba a su padre, Enrique II, aunque nunca le perdonó el sufrimiento que padeció su madre, Catalina de Médici, por las infidelidades de éste con su amante Diana de Poitiers. Esta historia se repitió en su vida, pero solo al principio de su matrimonio, debido a la obligada abstinencia que causó la tardía menarquía de la reina. Finalmente, Isabel tuvo su primer sangrado el 11 de agosto de 1561, causando gran alivio a toda la corte española. Fue entonces cuando Felipe inició sus relaciones íntimas y se mostró entusiasmado con su novia de 14 años, veinte menos que él. Lo que inicialmente era un matrimonio por conveniencia para ambos reinos, acabó siendo un gran amor y la esposa preferida del monarca.
La reina, por su parte, estaba encantada con su marido, aunque no así con la monótona corte española. Isabel trajo la energía que da la juventud a su esposo, discutiendo asuntos de su trabajo, especialmente como asesora en la política con Francia. A cambio, el rey estaba dispuesto a complacer los deseos de su amada reina. El aburrimiento que manifestó la reina por vivir en el Alcázar de Toledo y el agobio causado por el clima de esta ciudad, fue uno de los detonantes para que la corte se instalara definitivamente en Madrid, convirtiendo esa villa en la capital del reino. Fuese por amor o por política, el 8 de mayo de 1561 Felipe II estableció la corte de forma permanente en Madrid.
Isabel de Valois trajo el Renacimiento a España y reformó la sobria corte española, patrocinando pintores, músicos y poetas. Nombró a Sofonisba Anguissola, su profesora de dibujo, una de sus damas de la corte, a pesar de no ser noble. Alternaba la moda francesa con la española y nunca repitió vestido, lo que le hizo contraer una deuda de unos 180.000 ducados entre 1562 y 1565. Lo que no está contabilizado es el dinero que recibió de la venta de sus trajes en la corte. Asimismo, como las damas querían participar en las cacerías introdujo la silla de montar conocida como corneta fija que conjugaba feminidad y deportividad y les permitía “tomar las riendas”.

Tuvo dos hijas: Isabel Clara Eugenia (1566-1633) desposada con el archiduque Alberto de Austria y Catalina Micaela (1567-1597) que se casaría con Carlos Manuel I, duque de Saboya.
Isabel Clara Eugenia fue la hija predilecta de Felipe II y le sirvió de bastón en su vejez. Participó en asuntos de gobierno, fue soberana de los Países Bajos y su gobernadora entre 1621 y 1633.
Isabel tuvo cinco partos y, en 1568, un nuevo embarazo le provocó la muerte. En su funeral, se vio llorar desconsoladamente al rey Felipe II ya que la amaba con locura. A partir de entonces su carácter se volvió melancólico y reservado. No obstante, se casaría una cuarta vez con Ana de Austria por la necesidad de un heredero.
Giovanna G. de Calderón
MUJERES Y PATRIMONIO
16 de abril de 2023
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