LA HUELLA DE VIOLANTE DE ARAGÓN EN ALICANTE
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Violante de Aragón (1236-1301) era hija de Jaime I el Conquistador, rey de Aragón, Valencia y Mallorca y conde de Barcelona, y Violante de Hungría. Apenas se conocen datos sobre su infancia: llegó a Castilla siendo todavía una niña y se casó en Valladolid, a finales de diciembre de 1246, con apenas 10 años, con el infante Alfonso que, a la muerte de su padre, Fernando III el Santo, ascendió al trono castellano como Alfonso X el Sabio (1252).
Las “bodas” y la ulterior consumación del matrimonio sería el 29 de enero de 1249 en la ciudad de Valladolid, cuando la novia contaba con doce años de edad, de acuerdo con los Derechos Romano y Canónico y Alfonso con veintisiete.
Por su extrema juventud, no conseguía cumplir con su obligación de quedarse embarazada. Hasta tal punto llegó la desesperación de su marido que se planteó seriamente repudiar a su primera esposa solicitando al Papa la anulación del enlace para poder contraer un segundo matrimonio con Cristina de Noruega. Pero cuando la nueva candidata llegó a la corte, la reina ya esperaba a su segunda hija, confirmando que no era tanto un problema de fertilidad, sino de precocidad.

Los historiadores consideran que Alfonso no fue feliz con su esposa a la que, parece ser, maltrató. Es más, tuvo amantes e hijos naturales antes y durante su matrimonio. Este matrimonio de Estado no impidió que Alfonso siguiese manteniendo relaciones con Mayor Guillén de Guzmán, con la que tuvo una hija, Beatriz, a la que donó Elche, entre otras heredades.
Aunque el castillo de Santa Bárbara, en Alicante, se conquistó en el año 1248, Alfonso controló la ciudad de Alicante en 1252, promulgando un privilegio que instituye el Concello de Alacante. Y, según parece, Alfonso y Violante pasaron temporadas de descanso en esta bella ciudad. Allí se hicieron construir extramuros una residencia donde la reina habría quedado embarazada tras años pensando que no podía tener hijos. Desde entonces se conoció al lugar como «el Buen Reposo«, de donde vendría el nombre actual del barrio, Pla del Bon Repós (Llano del Buen Reposo).
El matrimonio tuvo once hijos, siendo la primera Berenguela (1253-¿1313?). Le siguieron Beatriz (1254-1280), casada en 1271 con Guillermo VII de Montferrat; Fernando, conocido como “de la Cerda” (1255-1275), que casó en 1269 con Blanca, hija de Luis IX de Francia; Leonor (¿1256?- 1275); Sancho (1258-1295), futuro heredero que casó con María de Molina; Constanza (¿1259?-?); Pedro (1261-1283), que casó con Margarita de Narbona; Juan (1264-1319), que casó con Juana de Montferrat; Isabel (¿1265?-?); Violante (¿1266?-?), esposa de Diego López de Haro, y Jaime (1267-1284).
Violante tenía un carácter enérgico, fue incluso tildada en ocasiones como «asesina» al endosarle la muerte de su hermana Constanza. Lo cierto es alcanzó capacidad de gobierno que ejerció con cierto éxito, siendo su único error gestionar una sucesión pacífica entre sus hijos.
Sobresalen sus intervenciones como eficaz mediadora en las tensiones internas del reino y con los territorios vecinos. Actuó de termómetro en la no muy buena relación entre su padre Jaime y su marido Alfonso, y calmando también los malestares de los nobles castellanos en diversas ocasiones.
En 1295 y en el monasterio de Valbuena, firmó una sentencia por la que se resolvían las diferencias entre los vecinos de Roa y los de sus aldeas, por la construcción de una cerca. Se dieron también las normas para la vendimia, las primeras que se conocen, y el aprovechamiento por parte de los ganados, una vez terminada dicha vendimia.

El conflicto sucesorio surgió cuando su primogénito y heredero al trono castellano-leonés, Fernando de la Cerda, murió prematuramente en 1275, dejando dos hijos, cuyos derechos fueron ignorados por Alfonso X que prefirió confirmar como su sucesor y heredero al trono a su hijo segundogénito, el infante Sancho, que reinaría más tarde en Castilla y León con el nombre de Sancho IV de Castilla. La reina se opuso a su marido, defendiendo los derechos de sus nietos y pidió ayuda a su hermano, el rey Pedro III el Grande de Aragón, que aceptó protegerlos y custodiarlos en el reino de Aragón, alojando a los nietos de la reina, Fernando y Alfonso de la Cerda, en el Castillo de Játiva.
Violante tras ver fracasada su apuesta, regresó al reino castellano en torno a 1277 y nunca más volvería a cruzarse con su esposo que fallecería en 1284. Si bien desde el principio el matrimonio no había sido bien avenido, desde ese momento la relación sería nula, con posiciones irreconciliables y enemistadas.
Después de haber ganado el Jubileo en Roma, falleció en 1300 en Roncesvalles, en y recibió sepultura en la Real Colegiata de Santa María. No obstante, actualmente se desconoce dónde se encuentran los restos de la reina.
Violante de Aragón fue una reina y mujer menospreciada por su marido y por los cronistas medievales, cuya biografía pide a gritos un revisionismo histórico e imparcial.
Giovanna G. de Calderón
MUJERES Y PATRIMONIO
1 de julio de 2023
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