Celebra San Valentín en Salamanca
Febrero 2022, Madrid
Cada 14 de febrero se celebra el Día de Los Enamorados o Día de San Valentín, momento en el que el amor toma protagonismo. Planea una escapada a la ciudad dorada de Salamanca y descubre las leyendas que esconde sobre el amor. ¡San Valentín en Salamanca!
El Castillo del Buen Amor
El Castillo del Buen Amor, en Salamanca, es una prueba más del poder de este sentimiento. En 1478, Alonso de Fonseca y Quijada, obispo de Ávila, adquirió esta fortaleza medieval y lo transformó en un palacio señorial con trazas renacentistas. Allí, alejado de las habladurías de las villas cercanas, fijó su residencia habitual que compartió con su amante, Teresa de las Cuevas, con la que tuvo cuatro hijos: Gutierre, Fernando, Ana e Isabel. Legitimados por los Reyes Católicos, el primogénito, Gutierre, será el primer Señor de Villanueva de Cañedo. A partir de entonces, la leyenda popular lo bautizó como al castillo del Buen Amor, en honor a los sentimientos del Obispo hacia Doña Teresa.
El Huerto de Calixto y Melibea
En este espacio verde salmantino, concebido a la antigua usanza de los jardines nobiliarios y palaciegos, se desarrolló la trama de la universalmente famosa novela de Fernando de Rojas, La Celestina, publicada en 1502 y conocida como la Tragicomedia de Calixto y Melibea.
¿Recuerdas el argumento?
Calixto, un joven noble apuesto y de preclaro ingenio, penetra persiguiendo a un halcón en la huerta donde se halla a Melibea, de quien queda profundamente enamorado. Ante el rechazo de ésta y aconsejado por su criado Sempronio busca ayuda en Celestina, a quien regala una cadena de oro por el éxito obtenido. Los criados reclaman su parte y ante la negativa de la alcahueta, la matan. Son apresados y ejecutados por la justicia. Calixto sube por una escalera de cuerda para visitar de noche a Melibea y cuando va a bajar se rompe y éste se mata. Ante la muerte de su amado, Melibea sube a una torre y se arroja desde ella tras declarar las causas del suicidio a su padre, Pleberio, quien hace las reflexiones finales.
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