SANTA CATALINA
DE THOMAS
(1531-1574)
Bio
Catalina Tomás Gallard nació en Valldemossa y fue conocida como la beata o la beateta. Fue una religiosa española y santa de la Iglesia católica, canonizada por Pío XI. Es la primera santa nativa de las Islas Baleares. Le pusieron ese nombre por la gran devoción familiar a santa Catalina de Alejandría. Su padre falleció cuando tenía tres años y la madre se vio obligada a repartir a sus siete hijos entre familiares. Ella creció al cuidado de sus abuelos paternos que vivían muy cerca de la Cartuja, lo que marcó su infancia de una importante religiosidad mariana. La avanzada edad de su abuela la obligó a trasladarse a casa de unos tíos que vivían en el campo, en la finca de Son Gallard, y que solo les preocupaba la explotación de sus tierras y el aumento de su fortuna. Allí se convirtió en una pequeña payesa, pero su espiritualidad chocaba con las expectativas matrimoniales de su familia sobre su futuro.
Con el paso del tiempo cada vez sentía más clara su vocación religiosa, su deseo de retirarse a un convento, pero era tiempo de penurias y hambre por lo que ella sabía que era muy difícil poder ingresar sin dote. Tuvo la suerte de contar con la amistad de una familia acomodada, los Zaforteza Tagamanent, gracias a la cual tuvo acceso a clases particulares, lo que le permitió ser una persona con una buena educación intelectual. Ingresó en 1555 en la orden de las Canonesas Regulares de San Agustín, y dedicó gran parte de su vida a la oración, rechazando el cargo de superiora cuando se lo ofrecieron.
La sabiduría y prudencia de la monja atrajeron a numerosos fieles, incluido el obispo de Mallorca, Diego d’Arnedo. En el convento vivió experiencias místicas recogidas en sus Cartas Espirituales y tuvo visiones en las que se le aparecían santos y ángeles que le ayudaban a predecir el futuro. Su cuerpo se mantiene incorrupto y reposa en un ataúd de cristal en la capilla de santa Catalina de la iglesia de Santa María Magdalena de Palma.