XANAS
(Siglo V)
Bio
La xana (de jana) es un nombre genérico que agrupa varios tipos de hadas recogidas en el folclore de Asturias. El aspecto de las xanas es el de mujeres muy bellas que llevan una túnica. Se entretienen en peinar su larga cabellera junto al agua que fluye de los ríos y lagos que, a menudo, le sirve de espejo. Su estatura es pequeña, son delgadas y muy oscuras. Suelen habitar en zonas de aguas puras y cristalinas, como arroyos y cascadas.
Tienen su antecedente en las ninfas, una deidad menor femenina de la mitología griega típicamente asociada a un lugar natural concreto, como puede ser un manantial, un arroyo, un monte, un mar o una arboleda.
La anjana (de jana), por su parte es el antiguo nombre con que se designaba a las hechiceras durante la Edad Media en la mitología cántabra. Varios cuentos asturleoneses recogen historias relacionadas en los valles de Santillana, Valdáliga, Rionansa, Lamasón, Polaciones, Cabuérniga, Aras y Meruelo.
Con diferentes matices, existen otras ninfas como las náyades, las lamias, las mouras o la leyenda castellana de la Encantada.
El historiador Julio Caro Baroja relaciona la figura de la «xana» con la de la diosa Diana o Artemisa, como variante regional de un mito común en diversas mitologías europeas. Hay muchas leyendas alrededor de las xanas, está la del hada secuestradora de niños o el hada encantada que hay que desencantar, con sus dos variantes principales en Asturias: «El bollo de cuatro picos» y «La mujer serpiente». Ésta se muestra junto a una fuente o en algún otro lugar especial, el primer día del verano, esperando que un valiente la desencante mediante alguna prueba o ritual de iniciación.